
El partido era un dolor de ojos, Visconti había errado un penal y se sabía que Unión había empezado el campeonato amparado por algún rito vudú que lo pone a resguardo de la mala suerte que lo atenaza desde hace muchos años. En resumen: una de esas noches en las que la fatalidad se ensaña con alguno de los protagonistas. Y le tocó a San Martín, por supuesto.La jugada se armó por la derecha del ataque de los "tatengues". Por allí se recostó el juego, al influjo del andar de Donnet y de la indefensión de Gómez, y por allí se decidió la lucha. La pelota derivó al medio del área, "El Salvaje" quedó a mitad de camino y un pibe de 17 años llamado Ricardo Acosta la mandó a guardar por abajo del cuerpo de Cuerdo. Iban 93'. A otra cosa.San Martín tuvo el gol en el botín de Visconti, no puede quejarse de nada. El chaqueño había ensayado una chilena en el área y Yacob metió la mano groseramente. Sabino cumplió el mandato divino y cobró el penal. ¿Lo pateó mal Visconti? La pelota fue al ras del piso y esquinada. Fue mucho el mérito del arquero Ojeda, que llegó bien para rechazar.No pasó mucho más. La iniciativa fue de Unión, un equipo entusiasta y que está motivado (nueve puntos sobre nueve), aunque no le sobran ideas. Tiró muchos centros, la mayoría despejados por Berza, y probó de media distancia. Hubo buenas respuestas de López (hasta que se lesionó) y de su reemplazante, Cuerdo.San Martín jugó el peor de los tres partidos que disputó en el campeonato. Careció de fútbol y no lo salvaron las individualidades. Por eso se manejó lejos de los dominios de Ojeda y dependió mucho de la voluntad de Visconti, solitario luchador.Ya es costumbre que Serrano sobresalga en el ripio de la media cancha. "Chopy" se debatió con éxito en ese terreno. En cambio, ni Prichoda ni Pieters ni Andrizzi incidieron en el juego: la aplicación táctica los hizo olvidar de la pelota y de todo lo bueno que puede hacerse con ella.Dos derrotas de visitantes obligan a fruncir el ceño. El de Ferraro y el de sus jugadores.Sin juego asociadoLas pequeñas sociedades, esas de las que habla Menotti, brillaron por su ausencia en Santa Fe. San Martín fue un inconexo, con demasiadas voluntades dispersas por la cancha, incapaces de triangular o de llegar tocando al área rival. Así, las vías de ataque se redujeron a los pelotazos o a alguna corajeada de Herrera.Empezaron las lesionesEn la fecha anterior, contra Defensa y Justicia, San Martín perdió a Pablo Cantero, su capitán. Anoche se produjo una nueva baja: la del arquero paraguayo López. Son dos hombres importantes, que asomaban como titulares. En apenas tres fechas, sufrir esta clase de contratiempos es motivo de preocupación.Canchas difíciles San Martín perdió en el debut en Alta Córdoba y anoche se marchó con las manos vacías de Santa Fe. Sumar puntos en esos escenarios es clave para mantener aspiraciones elevadas, porque todo indica que serán rivales directos en la lucha por los primeros puestos. Por el momento, el balance es negativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario