
El ex delantero fue homenajeado en La Ciudadela.
Fue el destinatario de la máxima ovación de la noche del viernes en La Ciudadela. Esta vez a Raúl Edmundo Wensel se lo vio flaquear. Tocado en lo más hondo de sus fibras, el goleador de la década del 90 no pudo evitar que sus ojos se enrojecieran de emoción cuando se puso la camiseta de su San Martín querido. “Sentí una alegría muy grande cuando volví a pisar el campo de juego. Se me puso la piel de gallina, porque inmediatamente me invadieron los gratos recuerdos que tengo de San Martín, que me dio tantas satisfacciones. Este club siempre estará en mi corazón”, dijo Wensel, que volvió después de 13 años.
“Soy un enamorado de San Martín”, confesó el entrenador del plantel de Reserva de Banfield. “Seguí de cerca la caída que tuvo el club y me dolió esa situación. Tengo muchos amigos en la provincia y ellos me tuvieron al tanto de lo que sucedía. También me informaba a través del diario o de la televisión”, resaltó.
“Fueron momentos duros -comentó-. Pero por suerte apareció la gente de la gerenciadora para devolverle la vida a este club que tendía a desaparecer”, sostuvo.
El goleador resaltó el buen trabajo que se hizo en estos últimos años. “Todo lo que se consiguió es el fruto de un trabajo serio. La alegría vino luego de estar en el campeonato de la Liga. Los ascensos fueron rápidos. Con el proyecto y el buen trabajo que realiza el cuerpo técnico considero que nunca más volverán a padecer lo que se sufrió”, remarcó. Wensel y su hijo Maximiliano son dos de los tantos hinchas que tiene San Martín en Buenos Aires. (FUENTE LA GACETA)
Fue el destinatario de la máxima ovación de la noche del viernes en La Ciudadela. Esta vez a Raúl Edmundo Wensel se lo vio flaquear. Tocado en lo más hondo de sus fibras, el goleador de la década del 90 no pudo evitar que sus ojos se enrojecieran de emoción cuando se puso la camiseta de su San Martín querido. “Sentí una alegría muy grande cuando volví a pisar el campo de juego. Se me puso la piel de gallina, porque inmediatamente me invadieron los gratos recuerdos que tengo de San Martín, que me dio tantas satisfacciones. Este club siempre estará en mi corazón”, dijo Wensel, que volvió después de 13 años.
“Soy un enamorado de San Martín”, confesó el entrenador del plantel de Reserva de Banfield. “Seguí de cerca la caída que tuvo el club y me dolió esa situación. Tengo muchos amigos en la provincia y ellos me tuvieron al tanto de lo que sucedía. También me informaba a través del diario o de la televisión”, resaltó.
“Fueron momentos duros -comentó-. Pero por suerte apareció la gente de la gerenciadora para devolverle la vida a este club que tendía a desaparecer”, sostuvo.
El goleador resaltó el buen trabajo que se hizo en estos últimos años. “Todo lo que se consiguió es el fruto de un trabajo serio. La alegría vino luego de estar en el campeonato de la Liga. Los ascensos fueron rápidos. Con el proyecto y el buen trabajo que realiza el cuerpo técnico considero que nunca más volverán a padecer lo que se sufrió”, remarcó. Wensel y su hijo Maximiliano son dos de los tantos hinchas que tiene San Martín en Buenos Aires. (FUENTE LA GACETA)
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